lunes, 31 de agosto de 2009

Oficio de Caballero, sobre las enseñanzas de Ramón Llull


Las virtudes propias al alma de caballero son “justicia, sabiduría, caridad, lealtad, verdad, humildad, fortaleza, esperanza, experiencia, y demás virtudes semejantes a éstas “, según “El libro de la orden de Caballería” de Ramón Llull. Y quien pierda éstas virtudes, aunque se llame a si mismo caballero “es más vil que el tejedor y el trompetero, que cumplen con su oficio.” Para un caballero “el honor y la través de una mirada ajena, no mediante el orgullo propio. Costaba mucho obtenerla, era una conquista de todos los días que dependía de la mirada social. Y podía perderse con facilidad.

Hoy día, ser caballero no es un oficio, si no una actitud.

El caballero medieval que señalaba Llull: justicia, lealtad, humildad… son valores que la mujer también debe asumir completamente.

Y nunca deberían olvidar lo que dice Don Quijote “tan propio y tan natural les es a los tales [caballeros andantes] ser enamorados como al cielo tener estrellas.

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