tudela/pamplona. La Policía Foral ha detenido a dos sospechosos por su supuesta relación con la agresión que desencadenó la muerte del tudelano Javier Martínez Llort, de 32 años, ocurrida el pasado domingo como consecuencia de los golpes que sufrió en la cabeza. Uno de ellos estaría implicado directamente en los hechos, mientras que los investigadores trabajan en concretar si un tercer arrestado tuvo alguna participación en el crimen. Los tres son de origen argelino y se encontrarían en situación irregular. El Cuerpo Nacional de Policía colabora en la investigación.
Martínez Llort, soltero e ingeniero industrial, apareció el domingo a primera hora de la mañana en el paseo del Queiles de la capital ribera con diferentes traumatismos en la cabeza y también en el rostro. Los agresores pudieron utilizar un tablón de madera de uno de los bancos del paseo para golpearlo en varias ocasiones de forma violenta, según las primeras pesquisas policiales, aunque el listón también pudo romperse como consecuencia del tumulto.
Fue un vecino el que encontró al joven inconsciente junto al banco al que le faltaba más de un metro de la madera inferior, que apareció partida en varios pedazos que deberán ser analizados. Aunque Martínez fue evacuado de urgencia al Hospital Reina Sofía de Tudela y luego derivado al Hospital de Navarra en helicóptero, donde fue operado, falleció a última hora del domingo.
Durante la mañana de ayer, los médicos forenses del Instituto Navarro de Medicina Legal, en Pamplona, efectuaron la autopsia a Javier Martínez, donde constataron los traumatismos craneoencefálicos sufridos durante la brutal agresión. El golpe más importante lo presentaba en la parte trasera de la cabeza, en la nuca.
Una de las líneas de investigación en la que trabaja la Policía Foral ha posibilitado la detención de dos sospechosos por su relación con el homicidio. Se trata de dos varones de origen argelino que residen en Tudela, cuya participación en el crimen podría estar ya confirmada. Además, existe un tercer arrestado, también argelino, cuya vinculación con el crimen aún debe esclarecerse, según fuentes del caso.
operación en el queiles Las dificultades para centrar el origen y circunstancias en las que se produjo la agresión, debido a la ausencia de testigos directos de la misma, hace que por el momento los investigadores mantengan abiertas todas las hipótesis, incluido un intento de robo al que la víctima habría presentado resistencia, lo que habría originado las heridas, a la postre mortales.
A lo largo del día de ayer, los miembros de la Brigada de Investigación Criminal de la Policía Foral continuaron tomando declaración a personas del entorno de Javier Martínez en busca de nuevas pistas, al tiempo que profundizaron en la línea de trabajo que posibilitó las primeras detenciones. Los agentes efectuaron varios registros domiciliarios en edificios de la capital ribera, uno de ellos situado en las proximidades del paseo del Queiles (en el número 19 de la calle Donantes), con el fin de localizar indicios que permitan identificar a los autores materiales del crimen.
Ya por la tarde, el despliegue policial se desplazó al mismo paseo del Queiles, a una caseta abandonada y en ruinas utilizada como residencia por inmigrantes de origen magrebí y que se encuentra a escasos metros del tanatorio donde familiares y amigos velaban los restos de Javier Martínez. En presencia de uno de los detenidos, los agentes de la Policía Foral registraron dicha caseta, que también está situada a muy poca distancia del domicilio de la víctima.
El Juzgado de Instrucción número 3 de Tudela, que se ha hecho cargo de la dirección de la investigación del crimen, ha decretado el secreto de sumario sobre las actuaciones, para garantizar su buen término. Aunque en un primer momento fue la Policía Local de Tudela la que se encargó del caso, posteriormente se trasladó a la Policía Foral. La Policía Nacional también colabora en las pesquisas.
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